Hace meses desde este mismo blog os expresaba mi entusiasmo y mis ganas por la nueva edición VIP de Gran Hermano y os ofrecía una gama amplia de concursantes ideales. Pues bien, hoy después de tres semanas de concurso puedo decir con claridad que quiero que se acabe cuanto antes. No aguanto más el reality, y en este post os voy a contar el porqué.
Lo primero y más esencial de todo: el casting. Si amigos, como bien sabréis vosotros el casting este año es penoso. Y no lo digo yo, lo dice la gran mayoría de televidentes del programa de Telecinco. Si bien la primera semana prometía con la guerra Matamoros, la concejala agarrada a una escoba, el pequeño Mentiras y el pasado de rosca Carlos Lozano, una semana después las tramas desaparecieron o pasaron a dejar de tener interés como en el caso de los hermanastros. Pero eso no es todo, lo más preocupante es la desaparición de rostros televisivos fuertes como Rosa Benito, Raquel Bollo, Liz y Sema, que desde fuera de la casa tan buenos momentos nos han dado y que durante la estancia en Guadalix tan desinflados los vemos. Penoso. Y ya para rematar la gran tomadura de pelo con este casting, vamos a tener que tragarnos (o no) a una nueva concursante que no la conozco ni yo, que me considero enteradillo en el mundo del corazón-famoseo. ¿Quién cojones es Charlotte Caniggia? si hay alguien la conoce que me cuente un poco su vida para por lo menos generar un mínimo de interés, porque me da toda la pereza.
De lo poco salvable de la farándula VIP, podemos destacar a Laura Matamoros, Rappel y Lucía Hoyos que son los únicos que generan vídeos nada forzados (como los de Sema y Julianín, a ver quién cojones se cree eso) y medio disfrutables de la edición. Laura por ser la que no se caya ni una y la metomentodo de la edición, Rappel por sus vídeos de cuadro del Prado total, y Lucía por ser la metemierdé oficial de la edición. Solo estos tres rostros me interesan por ahora, espero que el público no decida echar a ninguno sino el reality se puede ir al garete de forma definitiva.
Y luego el segundo punto, y creo que más importante, es la comparación con la edición anterior. No hay color, si el año pasado teníamos a la potorro, a Ylenia y a Víctor Sandoval para darnos momentazos y frases, este año simplemente tenemos a nadie para hacernos disfrutar y vivir el reality.
Necesitamos a un nuevo villano en ausencia de Carmen López y Fran, uno que haga remover a todos los concursante y crear conflicto y polémica al mismo tiempo que momentos de diversión y relax. Dos perfiles como Maite Galdeano de GH16 o Tatiana, la rusa de GH11. Dos mujeres que aportarían frescura y dinamismo a esta edición tan insulsa y descafeinada. Así que, directivos y jefes de la cadena si me leéis, que yo sé que sí, estáis a tiempo de enmendar vuestro errores y meter un perfil potente que haga temblar Guadalix.
Por mi parte voy a darle dos semanas más al concurso, si veo que no me termina de enganchar tendré que abandonarlo como ya hice el verano pasado con Supervivientes. Es lo que tiene ofrecernos una edición pasada de 10 y una presente de 5. No podéis ofrecernos jamón y luego darnos arroz blanco. Por hoy me despido, os veo en la próxima entrada. Un saludo y sed felices.
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